El color y sus emociones

El color tiene un importante papel, dentro de la narrativa visual de cualquier diseño gráfico. Su asociación al plano emocional, nos ayuda a comunicar un mensaje de una forma u otra, captando la atención del usuario. Es una guía, que nos explica el “carácter” de aquello que estamos viendo, nos transmite un mensaje o una emoción.

Hoy en día esto tiene un gran importancia porque nos guiamos por lo visual, le damos una gran importancia a la estética que nos muestra una empresa a primera vista, nos hace prejuzgarla sin conocer su trabajo.

La expresión del color

Por ello, es fundamental, no guiarnos por nuestros gustos personales, y escuchar a diseñador, que sabrá guiarte, en cuáles son los colores más adecuados para representar el espíritu de tu compañía.

También hay que tener en cuenta el color, según el medio de impresión y tamaño, porque esto determinará la perspectiva del público al observarlo. Sobretodo en grandes formatos, lo primero que aprecias son las manchas de color que lo conforman.

Imagínate por un momento como sería el símbolo de Chanel en azul. ¿No tendría mucho sentido verdad? El azul no transmite elegancia ni exclusividad. Por ello la marca utiliza el negro, porque es el color que mejor representa su marca.

Para que lo veáis más claro, os muestro las sensaciones que representan cada color:

·El azul, transmite seguridad, calma, honestidad, confianza y fuerza. ·El rojo, transmite energía, acción, amor, pasión y audacia. ·El naranja, nos muestra accesibilidad, felicidad y sociabilidad. ·El amarillo, es la lógica, el optimismo y la confidencialidad. ·El verde, transmite cuidado, frescor, crecimiento, natural y orgánico. ·El púrpura, transmite lo nostálgico, la creatividad y lo imaginativo. ·El negro, es sofisticación, lujo, autoridad y representa también estatus. ·Multicolor, se podría definir como sin límites, positivo, audaz.

Sabiendo esto, seguramente os fijaréis más en las identidades corporativas, en las campañas publicitarias que encontréis por las calles y vosotros mismos sacaréis vuestras propias conclusiones. Nada está elegido al azar, todo tiene su por qué.